domingo, 11 de noviembre de 2007

De vuelta a las andadas


Son cosas entre el destino y yo… por dejarme llevar, por dejarte guiar mi camino. Viste que te escribí hace poco, y no te gustó lo que leíste, tan poco… que decidiste volver a aparecer antes de lo esperado, no te esperaba tan pronto…

Después de tu dicha, no me queda otra que evocarme al olvido, acogerme al abandono de mis sentidos, dejar plantado tu recuerdo… Debo de ir contracorriente de mi voluntad, la mía…que no fue nuestra…

Me avecinaba este final, y no me creía, mantenía la ilusión de aquella noche eterna, me resistía pensar en mi estupidez… en fin… solo quedo entre mis cuatro paredes, en mis parpados, lo que aprecié, lo que sentí esa última tarde de Noviembre, ese jueves 8, que no se si fue tanto…ni tan poco, tan poco para algo que jamás llegó a brotar…

Y como duele, a pesar de todo, fingir estar bien, imaginar que aun sigo teniendo la chapa que impedía traspasar mi "razón"… que no has significado nada en mi vida…a pesar de las condiciones que tu y yo sabemos, seguir sumergido en mi mentira, aquella que te hablé en otras frases del “destino”, seguir embustero de la soledad, mi soledad…

Intento de todas las formas borrar tu nombre que escribí sobre la arena mojada de tu playa, todo para que supieran las olas al romper... que te necesitaba, pero mi inconsciente no consiente que me aleje tan ... de tu vera, de tus sentidos... de ti.

Nunca existirán esperanzas del sueño que se empezó a forjar ¿no? No me arrepentí de conocerte, de atreverme, a saludarte aquella tarde…de creer que eras diferente… Pero no puedo continuar alimentando las llamas de mi ser con esta vana, vaga y torpe ilusión… Dejamos pasar demasiado tiempo, para que el final fuera este…hubiéramos evitado tanto…

No hay comentarios: