viernes, 23 de noviembre de 2007

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Hola, si me estás leyendo, supongo que lo habré logrado... llegar hasta ti… desde esta isla, tan solitaria como mi soledad. Es la isla a la que llaman del olvido, aquí derivé por propia voluntad. Por eso, como un náufrago errante de la tormenta de tu corazón te mando este mensaje en esta botella, la botella q bebió de nuestros labios, la que logró beber de los dos.

Es la única forma que encontré para no recomponer más tu recuerdo, para reciclar de nuevo mi razón, para evitar mirar al espejo, y verte a ti, de nuevo…a mi lado, esperando que te devuelva la sonrisa…

A pesar de mi estancia aquí, aun te sigo buscando por las noches entre los recodos de mi piel, entre aquellos rincones en los que imagino q estarás, esperando…esperándome…Dime entonces por qué no estás aquí?? Acaso no quisiste venir?? ...En fin… dime porque pienso que tengo que olvidarte, explícame, por favor, porque no se, si ni siquiera quiero, por qué no puedo

Ya no me acompaña junto a mi sueño nada más que silencio, que no para de preguntarme donde estás, si vendrás, si vendrás a buscarme en esa barca, la cual observábamos ambos aquella noche del mes de agosto, junto nuestro castillo de piedra… junto a la corte de la mar “de luto”… ¿recuerdas?

Observo cada noche los reflejos de esta mirada sobre el mar, tus destellos sobre el agua y me doy cuenta de que ya no estás aquí conmigo, y con todo, la marea sigue con su ritmo, escuchando los secretos de las olas, gritando a los vientos su canción… si la escucharas… el mundo sigue caminando…

Sin ti...

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