“ Para que quieres, princesa mía, el alma”
Porque no voy a salvarte, ni evadirte las tentaciones. Vas a morder. A renegar del edén. A quemar nubes en hogueras. A cambiar mandamientos por pecados, y los rezos por unos labios. Que soy un simple diablo, un crápula noctámbulo, buscando noches, trasnochando almas y besos a partes iguales.
Que mi fé es derrochar paraísos y encontrarlos entre sabanas. Pasar de telefonos y cubiertos. Para llamarnos a gritos y comernos con los dedos. Esta es mi oferta. Salir del letargo. Porque te cambio tus vidas eternas por mis inviernos más cálidos.