Born to be wild.

Eres una chica peligrosa, lo sé, de esas que no tienen sombra donde ocultar sus miedos, de esas que viven sin sueño y sin cielos. De las que reniegan que a su padre le pidan su mano, y con las que mueres día tras día en cada asalto. De esas de mirada gélida y ojos cálidos. Indiferente, misteriosa, ausente, y diferente. Yo soy esa clase de tipos poco recomendables, y lo sabes, pero lo reconozco… a veces no tengo alma, y cuando la tengo, es un alma indecente que sabe disparar a matar. De noche, siempre de noche. No te pido que me entiendas, a veces ni yo mismo lo hago, pero tenemos algo en común... Born to run. Born to be wild. Nos gusta jugar al destino, a lo absurdo de la vida, a provocarnos, descubrirnos y devorarnos. Cual perros indomables. Ládrame, muérdeme. Quiero que sepan tus huesos que me empiezas a causar adicción. Excede mis latidos, y multíplicalos por mil. Dale baile a mis letras, y que ni el aire nos encuentre siquiera. Que seas el asilo de mi lengua cuando no tenga a donde ir. Tejernos de aventuras, enredarnos la vida, los sueños, caer y volar, y cuando el mundo de la prosa se nos quede pequeño, “nunca jamás” será un buen destino para trasnocharnos a besos… ¿te apetece?