sábado, 9 de agosto de 2008

Y si perdiera la cabeza… ¿Quién me va a decir que pare?...

¿Y si la pierdes tú?... tranqui, que no seré yo…

Yo prefiero mirarte desde la barrera, para que no se te pase por la cabeza dañar mi cuerpo… Porque desde que me ocurriera una vez, duermo con ojo abierto y el pecho de cristal… Que no me importa cuando caigo de un edificio, si soy yo el que decido… Yo elijo con quien lloro, y con quien rio…

Porque siempre está bien volverse un poco más loco…

Y mi locura acaba justo en el momento que decido ser un poco menos cuerdo, y mucho más loco, dura justo el efimero momento en el que decido que no existen en el cielo mas estrellas fugaces que las que quiero ver… dura el tiempo justo para tomar la decisión de que no hay deseos al pasar sin aire por debajo de Puerta Tierra.

No existen más locuras que las que yo quiera imaginar…

Ya escucho muy de lejos el sonido del crujir de las olas que solo dos estupidas personas nos molestamos en escuchar… una noche de verano…

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